domingo, 14 de abril de 2013

La vida que nos ha tocado vivir

Es algo que todos hemos oído alguna vez, "esta es...la vida que nos ha tocado vivir", y la verdad no entiendo muy bien esto. Suena un poco a resignación, ¿no? A mi me suena a otro siglo(o tal vez algo menos), a otras ideas, a imposiciones, a renunciar, a no intentar, a fijar un límite donde no lo hay, al miedo de unos al progreso de otros, al "ver, oír y callar", al "si no se puede, no se puede", al "esto es así"...
Nunca os habéis planteado como nos condicionan, o nos han tratado de condicionar, estas expresiones que todos hemos oído alguna vez. Tampoco debemos tratar de culpar a nuestros padres o abuelos por decirnos esto, porque ellos vienen de otro tiempo en el que el "ver, oír y callar" imperaba por encima de la lógica y de la razón, y donde muy poquitos podían tener el privilegio de soñar. Pero creo que esto cambió, no sé muy bien cuando, no sé muy bien donde: no sé si en los Estados Unidos de finales del XIX o en la España de la Transición, supongo que a cada pueblo cuando le toca( y nosotros, como en casi todo, con retraso)... Probablemente no haya un cuando ni un dónde, pero si es muy posible que los motivos sean similares: Ansias de libertad, igualdad, la posibilidad de soñar sin importar el color de tu piel o tu posición social, la posibilidad de progresar.
Ahora nos están quitando lo que hemos conseguido en los últimos 30 años. Esta en nuestras manos defenderlo, creo. Los bancos se han llevado 30.000 millones de Euros en preferentes, y resulta que no podemos hablar de corralito, ni de estafa... Resulta que tampoco podemos ir a las casas de los que han hecho esto porque aquí, en España, somos un país civilizado y estamos en Democracia... Democracia se debe llamar esto, supongo, porque ni en la dictadura pasaban estas cosas. Es duro decirlo pero es así.
Lo triste de esta ESTAFA que son las preferentes es que han engañado a la gente mayor, a la gente que ha estado TODA LA VIDA TRABAJANDO para ahorrar cuatro duros(o euros como le gusta a Merkel). Cuatro euros que le iban a dar a sus hijos que ahora están en el paro y con hipoteca. Lo más triste es que vemos a nuestra gente mayor llorar, y no lloran por el dinero perdido -solo-, lloran porque ven que no hay futuro. Y no hay nada más triste para un padre o una madre que ver mal a un hijo... ver que sus nietos tampoco van a tener derecho a estudiar, ni a medicinas (como cuando ellos eran pequeños). Ver que su lucha y su trabajo de toda una vida no ha servido de nada. Que nos han vendido un progreso, que no lo es. Que se esta robando y no es para comer (como cuando eran pequeños).
(si pueden, vean la entrevista a partir del minuto 8)
Ha llegado la hora de dejarnos de sinónimos, de pseudónimos, o de palabras camufladas. Es el momento de llamar a las cosas por su nombre. De dejarnos de presuntos y de supuestos. De decir ladrón al que lo es, de meterlo a la cárcel y traer el dinero. Tal vez si dejamos de decir presunto se haga algo, porque si seguimos con las presunciones, de inocencia, algunos (muchos) se van a seguir paseando, y a nosotros -creo- no nos van a dar la posibilidad de ser un presunto desahuciado, o un presunto parado, o un presunto multado...
Por cierto, esta ESTAFA la han hecho los bancos, sí los mismos que están dirigidos por políticos y que encima les damos, nosotros, el ESTADO... ¿Cuánto? 30.000 más 50.000, 80.000 MILLONES DE EUROS.
Yo creo que ya vale.
La vida que nos ha tocado vivir es esta, pero la opción de luchar o arrodillarnos es nuestra. Nos estamos jugando nuestro presente y nuestro futuro. Y no solo tenemos que luchar por nosotros, si no porque se lo debemos a ellos, se lo debemos a nuestros padres, se lo debemos a nuestros abuelos. Ellos lucharon toda su vida por nosotros. Demostremos que su trabajo no fue en vano. Que eso de la vida que nos ha tocado vivir cambió, de verdad, hace tiempo.

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