sábado, 16 de marzo de 2013

Objetividad

Objetividad, subjetividad, estilo, opinión, información, imparcialidad, noticia... El debate entre lo objetivo y lo subjetivo, lo parcial y lo imparcial, es algo que siempre ha estado y estará presente a la hora de presentar un artículo periodístico o una noticia.
No sé que es lo que sugieren aquellos que hablan de conspiración de medios. ¿Por qué no hablan de corrupción, de fraudes fiscales, de amnistías, de indultos, de PARO, de BANCOS...?
¿Alguien puede decir algo que haya hecho bien el PP desde que está en el gobierno? Yo no, y no porque no quiera.(Por otra parte, tampoco recuerdo nada genial en el mandato del de la ceja)
Insistiré por enésima vez en que el problema de España es su tasa de paro (superior al 25%). Esto hace insostenible el estado del bienestar y el funcionamiento del estado como tal. Ese es el PROBLEMA de España. Somos campeones del mundo de desempleo entre los "países desarrollados", destacando en el porcentaje de gente menor de 30 años que quiere y no puede trabajar. Con todo esto, y otro tanto que hoy vamos a dejar pasar como si de un sobre se tratara, se sabe que no se recauda lo suficiente como para mantener el actual sistema de pensiones, por ejemplo.
Se sabe también que hay que hacer recortes, pero podríamos darle la vuelta a la tortilla y empezar los recortes por los recortadores. Esto es, reduciendo el número de paseantes de traje y corbata, con maletín bajo el brazo, que se hospedan en hoteles de lujo, portan sobres y viajan en Business.
Esos engominados, con cierto don de palabra (en algunos casos) y buena presencia nos han costado ya demasiado. Y puestos a no solucionar nada, como están haciendo hasta ahora, empiezan a sobrar... y ni ellos saben lo harto que está el pueblo de pagar sus dietas, sus viajes, sus comuniones, sus sobres, sus cuentas en Suiza, sus aeropuertos sin aviones...
El periodismo debe contar eso, debe transmitir la realidad, las noticias tal y como son y, a partir de ahí, debe  ser el nexo de unión, y de denuncia, entre la ciudadanía y la clase política. Siempre y cuando la política este dispuesta a escuchar al pueblo, y de resolver sus dudas, cuestiones o cuestionamientos. Pero claro, para esto es necesario vivir en un país democrático, y ese ya es otro tema...




sábado, 9 de marzo de 2013

Crónica de un estudiante sin beca

Erase una vez un chico de familia humilde y trabajadora; sí, como la vuestra. Un chico que tenía la ilusión de llegar a ser algo, de llegar a ser alguien. Un chico al que el gobierno de su país prefería no darle la oportunidad de estudiar... Este chico soñaba con ser un Luis del Olmo, un Inaki Gabilondo, un José Ramón de la Morena. El chico tenía una amiga que soñaba con ser la nueva Ramón y Cajal, y ella, a su vez, tenía un conocido que también soñaba, en este caso, con ser el nuevo Paul Krugman... Probablemente ya os hayáis dado cuenta de que esta no es solo la historia de un chico, una amiga y un conocido, esta es la historia de una generación. Y seguro que os habéis dado cuenta de que estos chavales tienen algo en común, ¿vosotros qué diríais que es?
Diríais que estos chavales sueñan con ser los mejores ¿no?
Pues, los de arriba tienen otra respuesta a esa misma pregunta. Para ellos todo lo que estos jóvenes tienen en común es que están soñando. Y con los de arriba me refiero por ejemplo al amigo de Bárcenas; si, el de la barba, el de la niña, el que decía que salían pequeños "hilitos" del Prestige mientras se vertían cientos de toneladas de crudo al mar que riega las costas de su querida Galicia... Seguro que ya sabéis quien es. Sí, también es el mismo que iba a bajar el IVA e iba a subir las pensiones...¿no caéis aún? ¿y si os digo que es el mismo que no iba a hacer recortes en sanidad y en educación, y que además iba a crear empleo?

Sí, habéis acertado, es ese.
Ese y su equipo, o su séquito (aún no sé muy bien lo que es), son los que quieren, y si siguen así lo conseguirán, echar por tierra a la que probablemente sea la mejor generación y, con toda seguridad, la más preparada de la historia de nuestro país. Entre tanto, anda también por ahí otra marioneta errante que tiene por cargo "españolizar catalanes" o, mejor dicho, ser Ministro de Educación. Wert se apellida.

Ahora van a aprobar la "LOMCE", Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa. ¿Suena a cachondeo lo de "Mejora de la Calidad Educativa", verdad? A mi también me lo parece. Más aún cuando se aumenta el número de alumnos por clase, se reduce el número de profesores, se reduce también las partidas de becas y se incrementa exponencialmente el precio por crédito de las tasas... ¿Finalidad?
¿Que estudie cada vez menos gente y, aunque suene populista, que lo hagan solo los ricos? No sé, pregunto.
También se eliminan asignaturas como filosofía... ¿Finalidad?
¿Que los alumnos no piensen? ¿Que sean menos críticos y reflexivos?
¿Adoctrinamiento? ¿Crear un país de catetos que solo sirvan para poner cañas a los turistas, o trabajar en el campo...?

Está claro que España no es país para jovénes, y no se sabe aún si por suerte o por desgracia, pero es a nosotros a los que nos ha tocado vivir esto. Digo por desgracia porque no es fácil estudiar una carrera sabiendo que hay casi un 60% de paro juvenil y que se nos recortan ayudas y derechos a partes iguales... y que el joven que sueña con ser Iñaki Gabilondo o Luis del Olmo se encuentra con que su carrera es la que más paro tiene, o la chica que ambiciona con ser la nueva Premio Nobel de Medicina ve un futuro, ya presente, en el que se privatiza todo lo que suena a sanidad y se cierran una gran, gran, parte de centros de investigación científica,y del que estudia economía casi mejor no hablamos. Imagínense lo que piensa este cuando ve por televisión quien son los que llevan la economía de su país... Digo por suerte, sí -por suerte-, porque tenemos toda una vida por delante y somos una generación mucho más "JASP", que "NINI". Y puede que haya llegado la hora de demostrarlo, puede que este sea el momento de reclamar lo que es nuestro: nuestra educación, nuestros derechos, nuestro país, nuestro futuro.
Solo si la fuerza de nuestros sueños está por encima de sus ansias de poder, solo de esa manera, conseguiremos que todo el trabajo que han hecho nuestros padres y abuelos para que ahora tengamos lo que tenemos no haya sido en vano. Está en nuestras manos. Nosotros somos el futuro, ellos no.

Al chico del que hablaba al principio no le "concedieron" la beca. Un año después se vieron obligados a dársela.  Los que le negaron la beca se dedicaban a robar porque creían tener el poder, desconocían que el verdadero poder se encontraba en los sueños de esos jóvenes.