martes, 19 de febrero de 2013

¿Que precio tiene una vida?

En estos últimos días los suicidios inundan los telediarios. Toda España está cansada, harta, de ver estas noticias. Más de un 90% de la población clama contra la actual ley antidesahucios, se ha conseguido un millón y medio de firmas, donde se necesitaban 500.000. Repito, más de un 90% de los españoles estamos por fin de acuerdo en algo, y ese algo es acabar con esta lacra.
Si de verdad, la política, y los políticos, están para servir a la ciudadanía, para tratar de mejorar nuestras vidas, deben acabar YA con esto. Deben poner solución y remedio a esta situación. Deben dejarse de gilipolleces, deben olvidar el "y tu más", y deben hacer algo, ya. No se puede permitir que haya más muertes. No se puede permitir que el país de Europa con más casas vacías sea también el país con más desahucios. El desahucio no es la solución, y esclavizar a esas personas con una deuda perpetua lo es aún menos. Se esta condenando de por vida a gente inocente, a gente que el único pecado que ha cometido es estar sin trabajo en un país con más de un 25% de paro. A gente que no puede, en contra de su voluntad, acometer el pago de sus deudas.
Echar (o desahuciar) a familias enteras de sus casas, sin antes buscar una solución real, debería ser delito en un país desarrollado. Debería ser delito cuando los bancos, en muchos casos, ni siquiera están dispuestos a sentarse a negociar. Otra cosa es cuando hablamos de rescates y de miles de millones de euros. Es el momento de que los políticos, por una vez en mucho tiempo, den un paso al frente y sean capaces de aprobar una ley que cuenta con el consenso de la gran mayoría de personas de este país, de gente de todas las ideologías, clases sociales y apellidos,excepto Botínes o Goirigozalgarris. Es el momento de que, por una vez, se pongan del lado de las personas y no de los bancos.
A estos políticos y banqueros, que se han forrado a nuestra costa, les haría una pregunta: ¿cuanto estarían dispuestos a pagar por la vida de uno de sus hijos o de la persona a la que más quieren?. Probablemente darían todo su dinero, probablemente se darían cuenta de que en esta vida hay cosas que no se pueden comprar porque simplemente hay cosas que no tienen precio. En ese momento es posible que se dieran cuenta de lo pequeños que son, y también -en ese momento-, es posible que entendieran que junto a sus ordenes de desahucio va una guadaña. Y que con sus decisiones, están ahogando, están asfixiando aún más a alguien que ya casi no tiene oxígeno. Se darían cuenta que están poniendo precio a esas vidas.

2 comentarios:

  1. Hace unos años, algunos decían que las cosas no estaban lo suficientemente mal porque no se habían dado casos de suicidios. Hoy día algunos nos preguntamos, cúantos tienen morir para que nuestros políticos pongan remedio alguno a esta desastrosa situación que familias enteras están sufriendo en sus propias carnes. ¿Quiénes son ahora los Verdugos del XIX?

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  2. todo, todo en este p... mundo tiene un precio .

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